miércoles, 25 de febrero de 2009

Inestabilidad en la 'fábrica' mundial



Más de 20 millones de inmigrantes rurales que trabajaban en la industria china perdieron su trabajo en 2008, esto significa que el 15,4% de los 130 millones de estas personas no cuentan con un trabajo. Éste es el resumen que ha hecho el Ministerio de Agricultura del gobierno chino de lo acontecido en el último año. Al venir de una fuente gubernamental, con su consabida manipulación de la información, el dato puede ser bastante superior y llegar a los 30 o 40 millones de personas.
Una de las bases del discurso de las autoridades chinas es la buena situación económica que cuenta la fábrica del mundo. China ha hecho público su primer plan 'anticrisis', en el que se contemplan medidas como subidas de los precios mínimos de los cereales, ayudas al cultivo de soja, inversiones en infraestructuras (hospitales, colegios y carreteras) y programas gratuitos de formación para desempleados, entre otras.
Ésta reacción de las autoridades ha intentado apaciguar algunos conatos de inestabilidad dentro del país. Según la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, siglas en inglés), una institución adscrita al Ejecutivo chino, los conflictos se van a intensificar por la inestabilidad económica. Durante el último trimestre de 2008 el crecimiento del PIB descendió hasta el 6,8%, por lo que se redujo el acumulado de todo el año hasta el 9%, la primera vez en cinco años que China no crece en dobles dígitos.
El pasado mes de Noviembre, numerosas personas se manifestaron por las calles de Pekin contra la precariedad económica que atraviesan, en especial sectores como la automoción o la alimentación (tras los escándalos de la leche). El gobierno disolvió la manifestación con bastante virulencia y pocos medios internacionales se hicieron eco de este acontecimiento.
Toda la palabrería y panafernalia comunista del gobierno está basada en un seudocapitalismo económico, que puede empezar a resquebrajarse gracias a la crisis que se extiende por toda la economía mundial. El motor comienza a griparse.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Olvidados en el sur de África


Cuando cualquier ciudadano, político o dirigente europeo se le pregunta sobre Madagascar, lo más seguro que la primera respuesta vaya relacionada con la película de dibujos animados de la factoría de Hollywood. Después de pensar un poco, lo más seguro que recuerden al país africano. Aunque pocos sabrán donde situarla en el mapa.
Desde hace unos días, Madagascar ha empezado a sonar en las radios de todo el mundo por los conflictos que se están viviendo en estos momentos (Hoy hay prevista una huelga general). Cómo en casi todos los conflictos en África, el choque está liderado por dos hombres enfrentados hasta la muerte: Marc Ravalomanana, jefe del gobierno; y Andry Rajoelina, ex-alcalde de Antananarivo, capital del estado y autoproclamado lider de un gobierno paralelo.
El conflicto entre ambos lideres comienza por el descontento de la población ante la poca efectividad de las medidas tomadas por Ravalomana para paliar la crisis. Desde hace unos años muchas voces han atacado al jefe del ejecutivo por sus formas bastante dictatoriales y por la falta de iniciativas para luchar contra la inflación (en diciembre de 2008 superaba el diez por ciento) o el analfabetismo, que en las mujeres supera el 35%.
Ante esta situación, Rajoelina se proclamó lider de la oposición enfrentada contra el gobierno, que el pasado sábado tuvo su momento álgido en los enfretamientos. Se organizaron numerosas revueltas en contra del gobierno que fueron reprimidas por la policia con bastante contundencia, lo que provocó la muerte de 28 personas. Con este dato, el cómputo total de muertos alcanza los 125 en una par de semanas de tensiones en el país. Tras estos disturbios, Cecile Manorohanta, ministra de defensa, dimitió y ha sido sustituida por el vice almirante Ranaivoniarivo Mamy, cercano al presidente.
Sin embargo, la tesión parece que no termina. Durante la manifestación del sábado, Rajoelina se proclamó presidente de una administración paralela, con un ejecutivo independiente y ha nombrado a cuatro ministros. Todo ello, mientras que Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, se ofreció como mediador en el conflicto y la Unión de Países Africanos está estudiando enviar tropas al país para intentar apaciguar el conclicto, aunque sus misiones se cuentan por fracasos.
Parace que Madagascar, poco a poco, se está transformando en un polvorín lleno de rencillas entre enemigos irreconciliables por razones.... creo que ni ellos lo saben, lo único que los guía es el poder.

Seguidores